lunes, 19 de septiembre de 2016

Quitapenas

Este domingo después de la celebración del Festival do Leite en el cual estuve con mis buenos amigos Picheleiros, aunque alguno estaba más en cuerpo que en espíritu y no miro para nadie, Vlado. Me levanté jugón y con pocas ganas de cocinar, así que mi señora la princesa de Lagos y servidor nos decantamos por visitar el restaurante O Sendeiro en Rua do Olvido en el barrio de Sar, pero ilusos de nosotros que fuimos sin reserva y tuvimos que cambiar planes. Entonces, ya que estábamos por allí decidimos visitar algún restaurante de la zona, el Quitapenas fue el afortunado.




El local está situado Rúa de Sar, 78, Santiago de Compostela, es un local grande con un salón comedor y con una zona bar en la que se puede comer perfectamente, además tiene una terraza cubierta en la que decidimos situarnos gracias al consejo del servicio. La decoración es un poco vetusta y sencilla, típica brasería sin pretensiones donde lo que importa es el contenido y no el continente. Se podía ver algún poster del club de baloncesto Obradoiro, seguro que de aquí salió mucha gente cantando el Miudiño. La terraza no es bonita, pero en ese momento con el calor que hacía fuera uno estaba cómodo y se sentía como un Rey, bueno lo normal en mí.
La carta pues tenía de todo, muchas carnes, pescados, mariscos, arroces, entrantes,.. Nunca fui partidario de grandes cartas siempre me entra la duda de la frescura de los productos, pero en este caso no puedo decir nada negativo porque todo lo que comimos era fresco y lo que vimos lo parecía. De primeros nos decidimos por una tabla de quesos y unas croquetas caseras, las dos eran raciones abundantes que incluso dejamos algo por miedo a no poder con el segundo. Los quesos eran de buena calidad y había variedad, desde los típicos quesos gallegos hasta quesos curados e incluso rulo de cabra.  No es la mejor tabla que haya comido en mi vida pero estaba buena, además nos pusieron un pan de bolla especialmente rico y aquí hago un inciso, el PAN ES FUNDAMENTAL, media picheliña a favor del Quitapenas solo por el pan.




Las croquetas a pesar de ser caseras no me dicen mucho, algo insípidas y un poquito aceitosas.
En este momento ya estábamos servidos y pensando en la que se nos venía encima con el Chuletón de Buey que pedimos, pero un home é un home e un jato é un bicho!!!!. Así que se dispusieron a servirnos un chuletón ya troceado para que puedas hacerlo a tu gusto junto con una buena ensalada con tomates de casa (ummm que ricos!!!!) y una buena ración de patatas fritas. Aquí estuvo muy bien el camarero poniéndonos una mesa al lado de la nuestra para hacernos la vida más fácil y que no nos diese calor la brasa. Así sin darnos cuenta todo fue desapareciendo de la mesa, el chuletón calidad TOP, la ensalada con tomates de casa era sencilla pero bien aliñada y con buenos productos, las patatas perfectas. Como crítica, tal vez la cantidad del chuletón sea poca para su precio.


Os podéis imaginar que después de esta comida no quedaba sitio para el postre, pero después de ofrecernos unos cuantos postres caseros mi compañera se decidió por una tarta de queso fresca, la cual debido a su gran tamaño he podido probar sin que eso supusiese conflicto alguno y sin tener miedo a demanda de divorcio. Como decía, el trozo de tarta era generoso y se dejaba tomar, entraba muy bien.

Para terminar un café solo y un chupito de hierbas que fue cortesía de la casa.
Y luego llegó la dolorosa, que aquí la tenéis:

Como resumen decir que la comida fue de calidad y con buenos productos, el local es agradable pero anticuado y que tal vez la calidad/precio sea lo que más me chirríe de nuestra experiencia.


Puntuaciones según nuestros criterios:


Comida: 4 de 5 picheliñas


Atención: 3 de 5 picheliñas


Local/ambiente: 2.5 de 5 picheliñas


Calidad/precio: 2.5 de 5 picheliñas


NOTA FINAL: 3 sobre 5.


En definitiva el Quitapenas me parece un buen sitio para ir a ponerse fino a comer buenos productos de forma tradicional.


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